El castillo de las Torres de Altamira, o sus ruinas, es lo que queda del que se construyó en el siglo IX sobre un castro celta, aunque fue derribado por los Irmandiños en el siglo XIV y vuelto a construir en 1471.
Se encuentra en el municipio de Brión, en la provincia de La Coruña.
A partir del siglo XVII los condes dejaron de habitar el castillo y bajaron, por razones de comodidad, a otro pazo a poco más de un kilómetro de las torres, trasladándose luego a la corte.

A finales del siglo XIX fue utilizado como cantera por numerosos constructores. En el año 1872, uno de los herederos de la casa de Altamira vendió las torres, que se habían ido arruinando poco a poco. Uno de los compradores construyó una casa con las piedras de la fortaleza. Otro aprovechó la capilla para construirse un cobertizo. También fueron aprovechados los sillares en la construcción del santuario de Santa Minia

El castillo tenía seis torres, una muralla rodeando un suntuoso palacio, y la capilla de los Reyes Magos, donde eran enterrados sus señores en magníficos panteones.

Está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.